El pleno del Ajuntament aprobó ayer noche iniciar los trámites para la privatización.

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El PSOE de Binissalem insta al equipo de gobierno del PP a que realice una consulta popular sobre la conveniencia o no de privatizar el servicio municipal de aguas. Advierte de que los recibos podrían subir un 50 por ciento a partir de 2015, igualando las tarifas con las de municipios como Palma o Calvià.

El Ajuntament ultima el pliego de condiciones que servirá para adjudicar la explotación del suministro de agua a una empresa privada por un periodo de 30 años.

El Ajuntament debe abonar este año a los bancos 2,5 millones de euros pero no dispone de dicha cantidad. No ha sido capaz de encontrar ninguna entidad financiera dispuesta a concederle un crédito por dicho importe por lo que recurre a la privatización del agua del municipio para poder hacer frente a los pagos.

La empresa que resulte adjudicataria prestará 2,5 millones de euros al Ajuntament y este se los devolverá anualmente durante un periodo de 30 años. A los 2,5 millones de euros habrá que sumar los intereses que dicte el mercado.

Liquidez

«En estos momentos, al Ajuntament no le cuadran los números, hace un plan de ajuste y juega a privatizar un bien que históricamente ha sido público, el agua de Can Arabí», dice la portavoz socialista Josefina Ramis.

Ramis asegura además que «la privatización no está avalada por ningún informe económico».

«Nosotros pedimos que pospongan el inicio de los trámites de privatización hasta tener un informe económico que avale el cambio y que se abra un debate público, un referéndum popular, para que la gente pueda participar de una decisión que es la más importante que se ha tomado en el municipio en los últimos 30 años», añade la portavoz del PSOE .

Por lo que se refiere a la libertad que tendrá la empresa para fijar las tarifas que cobrará a los vecinos por el consumo del agua y por el alcantarillado Ramis dice que «los tres primeros años solo podrá subir el IPC pero a partir del tercer año, si cubre baremos de efectividad, no habrá límite, salvo el que establece la comisión balear del agua y que puede suponer una subida del cincuenta por ciento».