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«El objetivo final de este prototipo es poder realizar labores precisas de búsqueda, manipulación y recuperación de objetos bajo el agua hasta 500 metros de profundidad». Con estas palabras resume el profesor Gabriel Oliver, del departamento de Matemáticas e Informática de la UIB el proyecto para desarrollar un «robot submarino» de alta tecnología que estos días se está terminando de probar en la estación naval del Port de Sóller.

Según explica Oliver «se trata de un trabajo en equipo en el que participan ocho universidades de España, Portugal, Reino Unido e Italia. La UIB coordina el proyecto que yo dirijo a través del grupo de investigación en sistemas, robótica y visión».

Los experimentos en el Port de Sóller se basan sobre todo en una fase centrada en la «manipulación precisa a través de un sofisticado brazo articulado». Oliver recuerda que «la tecnología submarina basada en la observación ya está bastante desarrollada pero que un sistema inteligente sea capaz de detectar e identificar objetivos bajo el agua de forma autónoma, los pueda manipular y llevarlos a la superficie es algo novedoso y útil para la industria, el rescate o la investigación». La UIB ha desarrollado la parte correspondiente a la «visión», mientras que otros equipos se han centrado en la mecánica, la navegación o la inteligencia del robot. Las pruebas actuales son las del minisubmarino Girona 500, creado por esta universidad. Paralelamente el equipo de la UIB creó otro pequeño sumergible, el Fugu, para poder experimentar con los sistemas de visión que se han aplicado.

El proyecto ha sido financiado por la UE con tres millones de euros y en él han trabajado 40 personas. Su puesta en el mercado «puede tardar aún 10 años» precisa el científico y el coste del prototipo es de alrededor «un millón de euros».