Para llevar a cabo esta operación ha sido necesaria la instalación de una estructura metálica en el interior del templo para que los restauradores pueden efectuar los trabajos con comodidad y seguridad y poder llegar a todos los rincones del presbiterio y del camarín de la Mare de Déu.
Los trabajos contemplan, esencialmente, la limpieza de todos los elementos que conforman este entorno, que debido al humo de la combustión de los cirios y al paso del tiempo había empeorado su aspecto. El proceso consiste en devolver el brillo a los dorados y a los mármoles y alabastros que integran el conjunto.
La previsión es que estas obras se alarguen un par de meses y se ejecutan según el proyecto aprobado por las comisiones de Patrimonio del Bisbat y del Consell de Mallorca. Una vez acabada la temporada turística en que se reduce el nombre de visitantes, se ha optado por ejecutar la restauración
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