Las calles principales de la localidad se llenaron de gente que disfrutó de los atractivos que ofrecía la Fira Medieval. | Maria Nadal

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Como era de esperar, la Fira Medieval de Inca, perteneciente al ciclo de ferias que anteceden al Dijous Bo, no defraudó. Miles de personas recorrieron durante toda la jornada de ayer las principales calles de la ciudad que durante este fin de semana han estado ambientadas en la época medieval. También hubo espectáculos que animaron a los vecinos y visitantes que paseaban por el recinto ferial.

A las 10.30 horas se abrió la feria por parte de las autoridades locales entre las que cabe destacar la ausencia del alcalde de Inca, Rafel Torres (PP), que no asistió al recorrido oficial por la feria. Aún así, Torres sí asistió a la segunda parte del partido de fútbol del Constància que se celebró a las 12.00 horas. Esta acción del alcalde provocó las críticas de algunos vecinos que denunciaron que su alcalde «no dé la cara» después de su reciente imputación en el ‘caso Over'. El resto de regidores que forman el equipo de gobierno del Ajuntament d'Inca sí participaron del recorrido y pasearon por los casi 100 estands que ayer formaron la feria de la sostenibilidad y el mercado de época. Hubo juegos para niños, una muestra de aves rapaces y muchos y variados puestos de comida que permitieron a los visitantes a poder degustar la carne asada en medio de la calle. En la plaza de Mallorca se celebró la Feria Esotérica que se inauguró el jueves.

Algunos comerciantes hicieron saber su malestar por la falta de estands en la plaza de España. El regidor de Ferias, José Pastor (PP), apuntó que el espacio estaba reservado a espectáculos.