Los bodegueros ofrecen el vino joven a la alcaldesa Rosa Vich, que les entrega a cambio el brote de pino. | P. Pellicer

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El vino joven ya está a la venta en las bodegas de Santa Maria que anuncian la buena nueva con una rama de pino colgado en sus puertas.

Santa Maria celebró ayer noche, y ya van 10, la Festa del Vi Novell, una celebración que institucionaliza lo que fue durante años una costumbre. El brote colgado a las puertas de los cellers era suficiente para que los vecinos acudieran a comprar el nuevo vino.

La Festa del Vi Novell sirve desde hace años para promocionar el vino que se elabora en Santa Maria.

El pregón corrió esta vez a cargo de Toni Ballador. Los representantes de las bodegas Macià Batle, Es Cabàs, Jaume de Puntiró, Can Rubí, Ramanyà, Sebastià Pastor y Àngel Bodegas ofrecieron una botella de vino a la alcaldesa de Santa Maria, Rosa Vich, que les entregó a cambio la rama de pino que desde hoy cuelga en la puerta de los cellers.

Durante el acto institucional se celebró el hermanamiento con el celler Sa Cova (Eivissa).

Además, también hubo un momento emotivo cuando se soltó hacia el cielo un globo en recuerdo al bodeguero Sebastià Pastor, recientemente desaparecido.

Desde el año 2011 Santa Maria hace coincidir la Festa del Vi Novell con la celebración de la Festa de la Tapa en la que participan 17 establecimientos del municipio que ofrecen a cobijo de unas carpas en la Plaça de la Vila, por si el tiempo no acompaña, una tapa al precio de 2 euros con el vino gratis, todo ello amenizado por Els Grollers de Sa Factoria.