Según se recoge en el testamento, «esta donación debe servir para relacionarse con otros ayuntamientos de la Isla y recibir visitas de otras instituciones a fin de generar una semilla de sentimiento de una Mallorca más ecológica y digna para las futuras generaciones».
Entre una de las condiciones que deben de cumplirse se señala el nombre en concreto de una persona que tiene derecho anualmente a poder pernoctar en la casa un mes vacacional para su disfrute.
A finales de los ochenta, esta finca fue protagonista por veranear en ella el que fuera por aquel entonces ministro de Hacienda, Carlos Solchaga.
Según se detalla en el testamento de Feliciano Fuster, esta donación del inmueble de Es Rafal, es «a beneficio de inventario» y, en el caso de que se incumplieran las condiciones de esta donación o el Ajuntament de Puigpunyent quisiera deshacerse por la razón que fuera del inmueble, tiene un plazo de tiempo determinado para devolverlo a sus beneficiarios u otro heredero.
2 comentarios
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...que ferem Biel?..., solo queda crear un "algo" para que se pueda emplear el lugar, siempre y cuando no cueste nada o casi nada al mal trecho tesoro del Ajuntament. "Centro de estudios ecológicos de la Serra de Tramontana", por ejemplo...
Un geste de solidaritat. Tot i això, hi ha donadors (no ho dic en aquest cas)que miren molt prim quan posen condicions als ajuntaments.