Guillem Vadell mostró su preocupación por «la situación actual de la residencia».

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El sindicato UGT ha denunciado públicamente una serie de «anomalías graves» en el funcionamiento de la residencia de Santanyí, gestionada ahora por una empresa de ámbito estatal.

El delegado comarcal del sindicato, Guillem Vadell, explicó a este periódico que «hay una serie de irregularidades como descontrol; turnos de 10 horas seguidas nocturnas, entre otras cuestiones muy delicadas». Desde UGT aseguran que «tenemos pruebas y documentos que acreditan una serie de irregularidades graves. Pedimos la intervención del Institut Mallorquí d'Afers Sociales (IMAS) y si no se actúa y se encuentra una solución acudiremos con los papeles a Fiscalía».

Según explicaba Vadell, «uno de los graves problemas es que la barrera de entrada del edificio está rota y permanece abierta las 24 horas, sin vigilante y con el peligro que supone para los residentes que pueden salir cuando quieran. Esto es muy delicado».

Otra de las quejas es que «a los trabajadores se les exige trabajar siete mañanas seguidas y siete noches seguidas de 10 horas cada turno sin el descanso mínimo que corresponde. El personal se ve afectado tanto en su vida personal como por su estado de salud».

Vadell añadía que «según la ley las empresas han de facilitar al menos dos uniformes con una prenda de abrigo y ningún trabajador ha recibido uniforme. También se ha hecho responsable de la supervisión del personal de auxiliares a personas con contrato de gobernanta, sin titulación sanitaria. Asimismo, ya han despedido a algunas personas». Vadell pide «la intervención del IMAS, como responsable de las residencias, para detectar estas anomalías graves. Nosotros estamos dispuestos a reunirnos con los responsables e intentar buscar solución a los problemas de la residencia».

Añadía que «es preocupante que cuando un servicio que era público se privatiza las administraciones competentes no establezcan un sistema de control para vigilar el buen funcionamiento de estos servicios».