El president José Ramón Bauzá junto al obispo, el alcalde y miembros del Ajuntament. | Amalia Estabén

TW
2

La festividad de Sant Marçal fue celebrada ayer con una masiva asistencia de fieles a la misa concelebrada que presidió el obispo de Mallorca, Javier Salinas junto a unos siete sacerdotes, entre los que se encontraban el canónigo Gabriel Más, hijo de la localidad, y Gabriel Ferrer, quien pregonó las fiestas 2013.

A la eucaristía asistió el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, el alcalde, Tomeu Oliver (PP), la presidenta del consell de Mallorca, Maria Salom, la presidenta del Parlament, Margalida Durán, el director general de Interior, Sergi Torrandell y la corporación municipal al completo.

El templo brilló con luz propia a partir de la exquisita ornamentación floral con sus tradicionales y gigantescas macetas de hortensias.

El vecino y president Bauzá, junto al alcalde Oliver, realizó la ofrenda de un siurell al obispo y al finalizar la misa los fieles pasaron a venera la reliquia del santo obispo, abogado contra tot mal. En la explanada se dejó sentir el aroma de la albahaca, típica en este día y no faltó el baile de los gigantes siurells, que danzaron a los sones de los xeremiers.