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Manacor se ha 'solidarizado'. Desde hace unos meses el municipio cuenta con una red de voluntariado que colabora con el departamento de Servicios Sociales del Ajuntament para llegar a todos los rincones del municipio y ofrecer ayudas a todos los necesitados. Son gente anónima que regala su tiempo, una sonrisa o su sabiduría. Se arremangan 'de valent' y se meten entre fogones a cocinar mientras cuentan como han pasado el día, cual es la ultima receta de cocina que han probado o cuales son las últimas novedades.

El puntal de toda este solidaria red es Margalida Cortès que coordinada estos voluntarios y organiza día a día las diferentes labores de trabajo.

Y es que a finales del año pasado, el Ajuntament presentó un nuevo modelo de gestión pionero de los Servicios Sociales. Un método en que se implican todos los agentes sociales del municipio: asociaciones de vecinos, comerciantes, centros escolares. Ya no se dan prestaciones económicas sino que se intercambia servicios o ayudas. Por ejemplo aquellas familias que necesitan comida la consiguen a través de participar en cursos, talleres, aprender a cocinar, u otros trabajos. «Nadie quiere limosna», explicaba Cortès. De esta manera los usuarios de los Servicios Sociales se sienten útiles.

Esta semana algunas de las voluntarias han cocinado para unos cursos de monitores de tiempo libre. Todo está perfectamente organizado. En las 'cocheras' tienen todo el material y un cartel muy grande que pone el menú.

Lo que tienen claro es que «siempre hay un plato de comida para los necesitados».