Varios turistas, el miércoles, contemplando las parejas de cisnes en el Torrent de Pareis. g Foto: J. TORRES

TW
32

La contraportada de la edición de ayer de Ultima Hora resolvió el misterio sobre el paradero de las dos parejas de cisnes que hace poco más de un mes desaparecieron del Port d’Andratx. Los cuatro cisnes que ahora campan a sus anchas en el Torrent de Pareis (Escorca) son los mismos que hacían lo propio en la aguas del puerto andritxol.

Así lo confirmó ayer el alcalde de Andratx, Llorenç Suau (PP), tras cercionarse del contenido de la información publicada ayer en la contraportada de este diario. Según Suau, desde el primer momento en que contempló las fotografías se mostró convencido de que eran los cisnes que adquirió el Consistorio el pasado mes de abril. No obstante, con el objeto de confirmar este extremo, se puso en contacto con Natura Park (entidad a la que adquirió las aves) desde no dudaron en ratificar sus fundadas sospechas: los cisnes de sa Calobra son los que desaparecieron del Port d’Andratx y que, hace unas tres o cuatro semanas, fueron vistos por última vez surcando las aguas de Cala Egos y Sant Elm.

Una vez confirmada la identidad de los cisnes, Llorenç Suau se puso en contacto con su homólogo en Escorca, Antoni Solivellas (PP), para reclamar la propiedad de las aves, quien, no solo no puso ningún reparo en ello, sino que se prestó a colaborar con Suau con el objeto de concertar una fecha para proceder a la recogida de los cisnes.

El alcalde de Andratx se mostró ayer entusiasmado ante el hallazgo de los cisnes, sanos y salvos, en el Torrent de Pareis. «Teníamos miedo a que hubieran muerto», señaló. En opinión de Suau, las aves llegaron a sa Calobra por el mar bordeando la costa, ya que «tienen las alas operadas para que no puedan volar», advirtió.

Precio

El Ajuntament d’Andratx adquirió por valor de unos 900 euros las dos parejas de cisnes durante la última feria del pueblo, el pasado mes de abril. Tras pasar unos días en un estanque instalado en el patio del castillo de Son Mas, fueron trasladados a la finca pública de Can Fasser y, posteriormente, hasta las marismas del Saluet, en el Port d’Andratx, desde donde partieron con destino a sa Calobra.