Hace ya más de una década que el hoy técnico municipal de Medi Ambient realizó en su proyecto de fin de carrera un proyecto ciertamente novedoso para la época, la instalación de un sistema de pantallas y siembra de tamarindos que frenara la pérdida de arena en la playa de Tamarells.
La idea, ahora prácticamente extendida a toda la Isla, se hace realidad finalmente en el Port de Pollença. La Asociación de vecinos, concesionaria de la explotación de las playas, ha ejecutado el proyecto de instalación de 1.200 pantallas eólicas, valorado en 13.300 euros. El Ajuntament había incluido la obligación de ejecutar el proyecto en el pliego de condiciones por el que los vecinos obtuvieron los derechos de explotación de las playas.
Artificial
«Somos conscientes de que una playa artificial no es sostenible a lo largo del tiempo y por eso incluimos este requisito en el pliego de condiciones intentando simular el funcionamiento de una playa natural para evitar perder el principal activo de la playa, el sedimento», explica el alcalde Bartomeu Cifre.
Las pantallas, un prototipo diseñado por el técnico de Medi Ambient a partir de unos estudios de la UIB, han aguantado bien las rachas de viento de hasta 130 kilómetros hora registradas en la zona en los últimos días.
La instalación de las pantallas de madera, no solo supone una mejora ambiental sino también para los vecinos de la primera línea, dado que los días de fuerte viento de componente este, nordeste y norte, la arena sale de la playa y se deposita sobre el Passeig Londres invadiendo las viviendas y atascando los imbornales, lo que aumenta a su vez el peligro de inundaciones en caso de fuertes lluvias.
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