El Club del Constància quiere mejorar los vestuarios y el bar del campo de fútbol. | Maria Nadal

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El Club del Constància pretende llevar a cabo la reforma de los vestuarios y del bar que se encuentran en las instalaciones del campo de fútbol con el dinero que deben cobrar sus accionistas de las expropiaciones efectuadas por SFM en el 2008 para ejecutar el desdoblamiento de la linea férrea.

Para poder realizar las obras, el Constància primero debe reunir a todos sus accionistas y convencerles de que cedan su parte de dinero proveniente de las expropiaciones. Uno de los accionistas que ayer ya cobró su parte (el 38 por ciento de las acciones) es el Ajuntament d'Inca que ingresará 70.912 euros que «se destinarán a la construcción de unos vestuarios nuevos», según indicó el alcalde, Rafel Torres (PP).

Aún así, queda pendiente de cobro otros 124.000 euros que el Govern guarda en la Caja General de Expropiaciones hasta que los accionistas reivindiquen su propiedad. Por esta razón, desde la Junta del Constància están trabajando duro para poder reunir a todos los accionistas con la finalidad de que cedan su parte de las expropiaciones de manera altruista y así poder ejecutar una serie de mejoras en las instalaciones.

El alcalde Torres ya avanzó ayer después de ingresar el dinero de las expropiaciones que «tal y como nos comprometimos, con el dinero cobrado de SFM el Ajuntament construirá unos vestuarios nuevos». Torres añadió que una parte de los accionistas del Club también han cerrado el cobro de otros 50.000 euros que también se destinarán a los nuevos vestuarios.