En el último pleno se aprobó, de manera inicial, una modificación de las Normas Subsidiarias que catalogaban un solar de 900 metros cuadrados, adyacente al camposanto, como suelo funerario.
De este modo se prevé dar respuesta a la demanda existente entre los vecinos, entre unas 20 y 25 familias según el alcalde Jaume Bauçà (PP), y contar con suelo suficiente tras dos ampliaciones recientes, la última de ellas hace tan solo cinco años.
En estos momentos, la tramitación de la modificación del planeamiento para este fin sigue su curso y se prevé que en los próximos meses se apruebe definitivamente el cambio de uso de los terrenos en cuestión.
La intención del equipo de gobierno es que en poco más de un año se pueda sacar a concurso una concesión para la gestión del cementerio. Ésta tendrá que contemplar la construcción de la nueva zona cuyas obras podrían durar medio año aproximadamente. Hay que recordar que la gestión actual del cementerio está en manos de la empresa García Prohens.
La última ampliación del camposanto montuïrer, realizada hace unos cinco años, se tuvo que llevar a cabo por problemas de inundaciones de algunas de las tumbas.
Censo
Con esta futura actuación se prevé contar con unidades de enterramiento de sobras para evitar una nueva ampliación a corto plazo.
Paralelamente, el Consistorio está llevando a cabo una actualización del censo de propietarios de tumbas y nichos. Una tarea muy laboriosa ya que en las últimas décadas no se había realizado.
El alcalde Jaume Bauçà ha informado que «nos encontramos con títulos de propiedad que están a nombre de personas que llevan difuntos ya muchos años, con lo que tenemos que encontrar a las familias sucesoras y ponernos en contacto con ellas». Sin duda, una actualización que durará varios meses dada su complejidad.
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