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«Recordar para no repetir; recordar para no olvidar». Con estas palabras, la presidenta del Col·lectiu Dones de Llevant, Antònia Matamales, daba inicio al sentido homenaje que acogió ayer el cementerio de son Coletes de Manacor para recordar con música, poema y mucha emoción a las cinco enfermeras de la Cruz Roja que desembarcaron con la expedición de Bayo del 36 y que fueron fusiladas tras haber sido violadas y torturadas. El historiador Antoni Tugores fue el encargado de hacer la semblanza de estas mujeres.

Matamales se mostró muy emocionada por este acto al que asistieron más de un centenar de personas. Sobre la fosa común ayer depositaron una placa elaborada por la ceramista Elisenda Pipió con los nombres de cuatro de las mujeres fusiladas (Daria, Mercedes, María y Tere) y unas rayitas para la quinta de la cual se desconoce el nombre. Tras acabar el acto se retiró la placa y Matamales dijo que «por circunstancias administrativas el Ajuntament no nos ha dejado instalarla pero lo seguiremos intentando y pidiéndolo a la administración». Añadió que «nuestro deseo es que pueda permanecer esta placa en este lugar para el cual fue realizado como recuerdo perenne de compromiso, lucha y muerte de estas cinco enfermeras de la Cruz Roja».