Alrededor de 100 profesionales del Hospital Comarcal d'Inca se concentraron ayer al mediodía en las puertas del centro sanitario para denunciar la falta de medios y exigir el cese «de presiones institucionales a las que los profesionales de este centro son frecuentemente sometidos y cuyo ejemplo más reciente lo encontramos en el servicio de Pediatría», según explicaron los facultativos en un manifiesto.
Los médicos apostaron por una concentración de poco más de diez minutos para así mostrar su malestar por los últimos acontecimientos ocurridos en el centro que empezaron con la destitución del jefe de Pediatría, José Utrera, y la posterior amenaza de cierre de las consultas externas de Pediatría. Esta última acción ha sido desmentida por activa y por pasiva por la gerencia del hospital. Los pediatras también insistieron en la necesidad de un segundo pediatra durante las guardias.
Justo antes de terminar el acto de ayer, los médicos, enfermeras, celadores y demás personal del hospital rindieron un improvisado homenaje al ex jefe de Pediatría, José Utrera, al que dedicaron un sentido aplauso que emocionó al pediatra destituido la semana pasada por poner de manifiesto posibles deficiencias en la actividad del centro
Por otra parte, las acciones del hospital de Inca ya han trascendido a la clase política y Més ha pedido la comparecencia del conseller de Salut, Martí Sansaloni, para que explique el funcionamiento del servicio de Pediatría en el hospital comarcal.
10 comentarios
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Mucha demagogia y resistencia al control de eficiencia. Que nos expliquen las cuentas, y el presupuesto. Comparemos la pública con la privada y saquemos las conclusiones
El hospital d'Inca funciona con la mitad de personal. Si el presupuesto se dispara no es culpa del personal sanitario, que a veces van tan estresados que descuidan a los pacientes,es culpa de los politicos i sus amigos que no hacen nada y cobran. Aquí es donde hay que recortar y no en personas que no llegan a los 1.000€ al mes. Siempre se aprovechan de los más desfavorecidos. VERGÜENZA.
Si el sistema públic fos tan perfecte, no hi hauria un terç dels balears per pagar una assegurança privada. La crítica és més credible quan s'acompanya d'una capacitat d'autocrítica, sovint absent.
Se habla de eficiencia en hospitales, en especial el de inca. Pero el problema es mas grande, quien habla de la eficiencia de centros de salud multiplicados por miles alrededor de hospitales, de la eficiencia de son espases, el quinto hospital mas caro de europa de hospitales publicos y la eficiencia de los politicos con sus multiples enchufados levanta manos. La pregunta es el que pide eficiencia es eficiente?
Mentres hi hagui futurs usuaris de l'hospital (tots ho som o ho serem) que estiguin d'acord en que desde el Govern es prioritzin els "gerents", "encarregats", "enxufats politics" etc, a costa dels metges i altres traballadors sanitaris no anirem bé. Ho dic per l'estupid comentari -"Que les traigan el sueldo a casa."
A ningún profesional sanitario nos traen el sueldo a casa, no lo ganamos con mucho esfuerzo y mucho estres, cuidando de la gente anciana que muchos dejan en el hopital abandonados, con poco personal y abandonando en dias festivos a nuestra familia para trabajar por todos los que dia a dia acuden a los hospitales mientras los señores politicos y ejecutivos de alto cargo estan en casa beneficiandose de los recortes que afectan al trabajador que esta a pie del enfermo dejandose su propia salud
No confundan presión con control de eficiencia, sabemos que la sanidad pública es excelente pero insostenible. El consumo sanitario es tremendo y el coste más del doble que en la sanidad privada. Hay que ajustarse al presupuesto y ser más eficiente, y por favor mantener la calidad en el trato y asistencia. Esto es compatible.
La consigna es clara..... volen tancar aquest hospital.
Que passa , sempre que un col.lectiu de treballadors volen mes seguritat i professionalitat en els seus servicis cap al public, surten comentaris insultants cap a aquest cos de professionals. Controladors, docents, metges.... i mentres sa gent del carrer no s'en donin compte que aquests professionals protegeixen a nosaltres, el mon estara a l'inveres.
solamente les faltan las camisetas verdes