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Inmersos en plena crisis del sector audiovisual, con las grandes salas cinematográficas prácticamente vacías en Ciutat, el cine está sin embargo de moda en la Part Forana. Cada vez son más los ayuntamientos que priman la proyección de películas de estreno en sus programas culturales con gran éxito de público. Es el caso, por ejemplo, de Alcúdia. En el Auditori d'Alcúdia la programación cinematográfica gana adeptos y ha pasado recientemente a ser semanal. El fenómeno se extiende a los pequeños municipios.

Pueblos como Llubí, van más allá y buscan nuevas fórmulas locales que permitan volver a proyectar películas en el pueblo, como se hacía antaño. Ganan privacidad, comparten experiencias y evitan los incómodos desplazamientos a Palma.

Trabajo en equipo

La asociación cultural Es Quinqué es una prueba viva de que la unión hace la fuerza. Tras un intenso año de trabajo burocrático esta asociación consiguió ya hace unos meses devolver el cine al municipio con todas las garantías legales. Cuenta con cerca de 400 socios que aportan una cuota anual de 10 euros a cambio del derecho a disfrutar de la proyección de diferentes películas en el antiguo cine. Hay películas cada domingo y se programan interesantes ciclos los viernes.

El alcalde de Llubí, Joan Ramis, explica que «el Ajuntament ha invertido en los últimos dos años 15.613 euros en el teatro para adecuarlo como sala de proyecciones con su equipo de sonido y proyección, nueva pantalla y mobiliario. Hemos pintado de negro la sala para darle la configuración adecuada».

No obstante Ramis explica que «la verdadera razón de ser de estas inversiones es la asociación Es Quinqué, que con su dedicación ha hecho posible que cada fin de semana en Llubí se pueda ir al cine». Preside la asociación Domingo Quetglas.