Los bares ofrecieron desde las tapas más clásicas a las más novedosas. | Maria Nadal

TW
4

La Plaça Major de sa Pobla se volvió a convertir el viernes y ayer por la noche en el punto de encuentro de los amantes de la buena cocina durante la celebración de la popular Fira Nocturna de la Patata en la que han participado 35 bares y restaurantes que han cocinado cerca de 3 toneladas de patatas.

Las cerca de 20.000 personas personas que abarrotaron el centro de pueblo el viernes y ayer pudieron degustar el tubérculo cocinado de más de 150 maneras diferentes. Aunque los más conservadores optaron por degustar las tapas de frit, ensaladilla rusa o coca de patata con albaricoque, otros preferían probar las creaciones más novedosas como un cupcake de patata y carne o una bomba de patata picante. Como no podía ser de otra manera, no faltaron los tradicionales buñuelos de patata.

Como oferta complementaria a la feria, los comercios del pueblo de sa Pobla abrieron sus puertas tanto el viernes como el sábado hasta las 21 horas. Fue justo a partir de esta hora cuando la plaza presentó su mayor concentración de gente que no dudó en probar varias de la tapas que se ofrecieron a buenos precios que oscilaban entre uno y tres euros por tapa. El viernes también hubo animación infantil en la plaza Alexandre Ballester, además de un concierto de la Banda de Música.