El Ajuntament quería programar una representación teatral en las casas de Son Real. | ultimahora.es

TW
6

El tiempo pasa en Son Real y ni rastro queda ya de la inmensa bandera española que desató la ira del ya exalcalde Miquel Cifre (Suma pel Canvi) con el presidente del Círculo Balear, Jorge Campos, al frente de la gestión de la finca pública al principio de la presente legislatura. Tras un periodo de relativa calma institucional, el Ajuntament de Santa Margalida, con Antoni Reus como alcalde, denunció ayer que el Govern de les Illes Balears les exige una tasa de cerca de 1.000 euros a cambio de utilizar las casas de Son Real para programar una representación teatral con motivo de las fiestas de la Mare de Déu en Can Picafort. La gestión de la finca depende de la Conselleria de Medi Ambient.

La regidora de Fiestas, Beatriz Gamundí, aprovechó la visita a las excavaciones que el Consistorio financia en la necrópolis de Son Real para denunciar lo que considera un «agravio» hacia el Ajuntament, teniendo en cuenta que el Consistorio «nunca cobró al Govern las tasas correspondientes a las distintas licencias de obra que se han dado a lo largo de estos años, también para la reforma de las casas».

Críticas

«El apoyo y colaboración que hemos tenido desde la finca en el trabajo diario de las excavaciones contrasta con el hecho de que para hacer teatro en las casas de Son Real nos quieran cobrar tasas», dijo Gamundí.

La regidora de la localidad habló de la «buena voluntad que siempre hemos tenido desde el Ajuntament de Santa Margalida que ha facilitado las licencias de obra y nunca ha pasado una liquidación al Govern balear» y lamentó haber tenido que cancelar la representación cuando «ya teníamos el programa a punto para mandar a imprenta».