Las andamios llevan meses instalados en la iglesia.

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Aunque lentamente, la restauración de la fachada de la iglesia de Sineu avanza. La Comissió de Patrimoni del Consell de Mallorca autorizó ayer al Obispado -como promotor de las obras- a realizar siete catas constructivas y arqueológicas para conocer con exactitud el terreno sobre el que se asienta la edificación y las distintas capas que forman el muro.

Bartomeu Bennàssar, el aparejador del Obispado, detalló que se harán siete catas: cinco arqueológicas y dos arquitectónicas. Las primeras (dos en la fachada, una al lado del campanario y dos en el portal de Santa Maria) servirán para conocer la profundidad de los cimientos, el tipo de suelo sobre el que se asientan y para saber si hay o no conducciones de agua subterráneas. Se trata de saber por qué motivos sube tanta humedad por la fachada. Las otras dos catas se efectuarán en el muro de la fachada, y deben confirmar los materiales de qué se compone y las capas que lo conforman (dos de marès con un relleno de piedra).

Las catas son previas a la restauración de la fachada, una actuación que la Iglesia comenzó a tramitar hace más de dos años y que sin embargo aun no ha obtenido los permisos de Patrimoni.

Informe 'climático'

Entre otras prescripciones, el Consell solicitó un informe medioambiental que aclare cómo afecta la meteorología a la erosión de la fachada del templo. Este informe debe medir la humedad relativa, golpes de viento, precipitación, etcétera. Con ese informe se pretende trazar un plan de restauración lo más óptimo posible. El Consell requirió que dicho estudio se conociera antes de hacer las obras, pero ahora ha accedido a que se haga simultáneamente. El Obispado lleva dos años tramitando los permisos de obras.