Momento de la carrera de las casadas. La ‘joia’ de esta modalidad es un ‘paner’. g Fotos: A.POL | Antoni Pol

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Un par de alpargatas de esparto, un conejo, un pollo, un botellín de perfume o un cabestro son, entre otras, las joies con qué el Ajuntament de Sineu obsequia a los vencedores de las Corregudes des Cós, uno de los actos de las fiestas de la Mare de Déu que goza de más arraigo y participación.

En Sineu, las Corregudes des Cós constan de una treintena de carreras: hay pruebas para niños, para bergantells, para casadas y fadrines, carreras que se disputan con los cordones de los zapatos atados, carreras de asnos, de ponis, de caballos... Los premios -joies- están especialmente pensados para cada modalidad de carreras, de manera que la soltera más veloz se lleva una toalla, y la casada, un paner. Las Joies de Sineu conservan como ningún otro pueblo el carácter antiguo de ese acto presente en casi todas las fiestas de verano.

De las Corregudes de este año apenas hay algo para destacar. Todo funcionó con normalidad. El alcalde de es Cós fue el mismo que el del Consistorio: Pere Joan Jaume.

Las pruebas de es Cós tienen lugar al mediodía, justo antes de que los sineuers se sienten a la mesa para almorzar de lechona. Un chubasco inesperado precipitó ayer el final de las Corregudes.