La zona está blindada contra este tipo de construcciones desde principios de los 90.
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 1990, convirtió la zona en espacio verde público con la previsión de expropiarla, junto a otras zonas sensibles del municipio, con los ingresos que obtendría al desarrollar urbanísticamente zonas menos sensibles.
El Ajuntament no ha llegado a expropiar los terrenos del entorno paisajístico del Pont Romà y ahora, a medida que se suceden las sentencias judiciales que les obligan a pagar cantidades millonarias por otras zonas verdes creadas en 1990, el Ajuntament busca una salida que le permita obtener la zona verde y los viales previstos sin necesidad de pagar por ello.
La revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Pollença crea así una unidad de actuación en la zona conocida como Ca na Ferrana y la Vinyeta, reduciendo el espacio público previsto y permitiendo la construcción de hasta veinte casas.
Alternativa per Pollença advierte de que se trata de un área «en la que se tendría que mostrar una especial sensibilidad por sus valores paisajísticos y patrimoniales».
4 comentarios
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Antes de dar mi opinión, desearía saber a cuánto ascenderían las expropriaciones prometidas en su día. Tal vez serían asumibles.
Per als polítics, és més bo de fer prometre per a més tard que no pagar quan pertoca.
Que horror, a quien se le ocurre, cargarse la historia y los restos de ella!
Cuand se fan sas cosas malament, es politics tendrian que pagà de sa seva propi butxaca sas consecuèncias econòmicas de ellò. Han ficad sa pota fins abax y sempre és es pobbla qui ha de pagaro tot, vergoña señós!