Antonio Aguilar, Rafel Torres y Rosa Tarragó durante la presentación de los presupuestos municipales. | Maria Nadal

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El Ajuntament d’Inca prevé acabar con la deuda bancaria, que actualmente asciende hasta los 11.500.000 euros, en un plazo de ocho años.

Así lo informó este jueves el regidor de Hacienda, Antonio Aguilar, durante la presentación de las cuentas municipales para el 2015, que ascienden a 24,8 millones de euros.

Aguilar puntualizó que se destinarán 2.312.000 euros a la amortización de préstamos, mientras que otros 2,7 millones de euros públicos servirán para mantener los servicios de los organismos autónomos de la escoleta Toninaina, la residencia Miquel Mir, la escuela de música Antoni Torrandell y el Imaf, que se lleva más de un millón de euros por la gestión de la piscina cubierta.

Aunque no se prevén grandes inversiones en obras, el Consistorio ha reservado para el año próximo una partida de 400.000 euros para la mejora de la red de agua y mantiene el plan de inversiones con cargo al superávit.

Servicios municipales, como la limpieza, el alumbrado público, la recogida de basuras o los servicios sociales tienen una partida de 8,7 millones de euros.

El alcalde de Inca, Rafel Torres, destacó que «hemos apostado por mantener unas cuentas reales sin aumentar la presión fiscal».

Socialistas

Por su parte, el PSOE de Inca pide al Ajuntament que mejore el mantenimiento de la ciudad y las ayudas sociales con el superávit de 13 millones que se prevé que se cerrará el ejercicio del año 2014 y un remanente de crédito de 20 millones de euros.

Los socialistas creen que estas elevadas cifras que han sido valoradas positivamente por el equipo de gobierno son «una falta total de respeto hacia los ciudadanos que en momentos de crisis deben soportar una fuerte presión fiscal cuando el Ajuntament acumula importantes recursos económicos en los bancos».

Desde el PSOE critican duramente que «no se tengan en cuenta las necesidades de los ciudadanos de Inca y solo se valoren los resultados económicos».