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Sa Pobla vivió con intensidad este viernes por la noche su fiesta más multitudinaria, que se celebra en la víspera de Sant Antoni: la Nit Bruixa. Aunque la estimación de visitantes era de unas 12.000 personas, las previsiones se desbordaron por completo y ayer se vivió la revetla de Sant Antoni más multitudinaria de los últimos años. La plaza quedó pequeña para el baile de los Caparrots y el piromusical.

Por la tarde empezó la parte más oficial de Sant Antoni con la recepción de las autoridades en la puerta del Ajuntament de sa Pobla para, después, dirigirse a las solemnes Completes. Otro año, y con este ya van tres, el president José Ramón Bauzá no asistió a la fiesta y volvió a viajar a Menorca. En el año 2012, Bauzá fue abucheado por más de 200 jóvenes que criticaron las políticas del Ejecutivo balear.

Quienes sí estuvieron en la revetla fueron el conseller d'Agricultura, Gabriel Company; la consellera d'Educació, Núria Riera, y el vicepresident del Govern, Antonio Gómez, que acompañaron al alcalde de sa Pobla Biel Serra. Tampoco faltaron el resto de regidores del Consistorio y varios diputados y representantes del Consell de Mallorca encabezados por el vicepresident, Joan Rotger, además del alcalde de Palma, Mateu Isern, Francina Armengol y Biel Barceló.

Los Dimonis de la Obreria de Sant Antoni, los del Ajuntament, los Dimonis Paralímpics del Grif, los de Albopàs, los Caparrots y la banda de música acompañaron a las autoridades desde las puertas del Ajuntament hasta la iglesia donde se celebraron las Completes, oficiadas por el rector del Seminari de Mallorca, mossèn Bartomeu Villalonga. Al final de la celebración religiosa se vivió el momento más esperado: el grito de ‘Visca Sant Antoni' por parte del Clamater, que fue encarnado por Jaume Caldés que forma parte de los Caparrots desde hace 40 años.

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Abucheos

Mientras en la iglesia parroquial se vivían estos intensos momentos, en la plaza Major se empezaba a abarrotar la gran multitud en busca del mejor lugar donde poder contemplar el baile de los Caparrots, al que precedió el de los dimonis, y el piromusical. Hacia las 21.30 horas, la música de Jo i un pastor sonó con fuerza y los aplausos de los asistentes animaron las danzas de los Caparrots que centraron la atención de todos los presentes. Algunos abuchearon a las autoridades que, como cada año, se colocaron en la parte central de la plaza e impidieron que parte del público que llevaba dos horas esperando pudiera ver el baile. Este año ha habido unas 20 autoridades más que en ediciones anteriores.

Sin barreras

Al aumento del número de autoridades se tuvo que añadir también la llegada masiva de gente que abarrotó por completo la plaza. Por este motivo, y como excepción, el alcalde Biel Serra ordenó retirar las barreras de contención de la plaza y permitir al público ocupar la parte central donde anteriormente habían bailado los Caparrots, para poder disfrutar del piromusical, que no defraudó.

Con el último trueno y el grito de «Visca Sant Antoni» de toda la plaza, la gente se empezó a repartir por los casi 300 foguerons que se montaron para disfrutar de las espinagadas al son de las zambombas.