Los vecinos afectados durante una reunión para tratar la problemática del corte de luz. | Michel's

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Un conflicto vecinal ha dejado sin electricidad a un centenar de personas en plena ‘ola de frío’.

Se trata de los propietarios y arrendatarios de los apartamentos Parasol, en Santa Ponça. Un apartahotel ‘reconvertido’ en presuntas viviendas. Presuntas porque, según relatan algunos de los afectados, sus hogares no cuentan con la preceptiva cédula de habitabilidad (algo que, según ellos, desconocían en el momento de la compra o alquiler del apartamento) y ni con el correspondiente contador individual.

Toda la lectura del consumo eléctrico pasa por un contador colectivo, el del antiguo apartahotel, y el pago de la factura se hace de forma mancomunada. Sin embargo, de los 100 propietarios, solo unos 40 están al corriente de pago, lo que ha originado una deuda que podría superar los 100.000 euros. Solo el propietario de un local comercial del complejo debe unos 17.000 euros a la compañía eléctrica, apunta un vecino afectado.

El corte en el suministro se produjo a principios de año, sin embargo algún residente conectó el contador directamente a la red. Una irregularidad a la que, según estas mismas fuente, Endesa ha dado solución hace unos días retirando el contador. Algunos vecinos han podido irse a vivir a casa de amigos y familiares a la espera que se solucione el problema. Sin embargo, todavía quedan en los apartamentos Parasol familias con niños y ancianos con salud delicada. Preocupaciones a las que hay que añadir la presencia ya de ‘okupas’ en algunas viviendas.