El alcalde de Lloseta, Bernat Coll, en primer plano junto a los tres concejales que fueron juzgados, durante una de las sesiones del juicio. | M. À. Cañellas

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El alcalde de Lloseta, Bernat Coll, ha recurrido la sentencia que le condenaba a 28 años de inhabilitación a raíz de la concesión de varias licencias de manera irregular y la contratación de una empresa para la gestión del teatro municipal sin previo concurso. De este modo, Coll, quien se dio de baja del PSOE al conocerse la sentencia, podrá continuar en el cargo hasta las próximas elecciones municipales de mayo, pues mientras se tramita su recurso no se podrá ejecutar la sentencia.

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Esta situación se extiende a los dos concejales para los que el juzgado pide la misma condena, Maria Alemany y Joan Coll, ya que formaban parte de la junta de gobierno que acordó conceder aquellas licencias, y a Pere Joan Martorell, quien actualmente ya no forma parte del Consistorio llosetí. Así, Coll y los dos ediles, quienes también se dieron de baja del partido, podrán continuar ocupando sus cargos hasta el final de la legislatuar. Cabe recordar que a raíz de la sentencia y de la postura que tomó el partido, otros 18 miembros de la junta local del PSOE de Lloseta se dieron de baja y han denunciado «el amaño en las votaciones para elegir a un nuevo candidato a la Alcaldía en sustitución de Coll».

Las consecuencias que ha traído para los socialistas la sentencia contra el alcalde y los tres concejales de Lloseta han alcanzado a la política a nivel insular. Mientras los directivos el PSIB mostraban «sorpresa y estupor» tras lo sucedido en Lloseta, el PP balear lanzaba sus críticas contra la secretaria general de los socialistas, Francina Armengol, a quien acusaban de «pasividad ante el supuesto pucherazo en Lloseta».