Todos los asistentes depositaron claveles junto a la fosa común del cementerio de Son Coletes. | Joan Socies

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Un año más el homenaje a las víctimas del franquismo en el cementerio de Manacor sirvió para hacer memoria y reivindicar. El comité de Son Coletes, organizador del acto, pidió un año más en el manifiesto leído por el actor Joan Antoni Sunyer la instalación en el cementerio de la escultura conocida como el Mural d'en Frau, que ya está instalada en otros puntos de memoria republicana del resto de Mallorca. Sunyer señaló que la respuesta del Ajuntament ante esta petición «sigue siendo el silencio o el no».

Más de 200 personas se acercaron hasta el cementerio para participar del acto. Allí, por primera vez, se había instalado una pancarta con el nombre de las 270 personas de las que se tiene constancia que están en la fosa común de Son Coletes. También se dio a conocer un nuevo nombre, el de Tomàs Roca Barceló, que las últimas investigaciones han sacado a la luz.

Los momentos más emotivos sin duda fueron cuando los familiares de las víctimas narraron las vivencias de sus familiares e, incluso, las suyas propias al tocarles vivir las consecuencias de tener un padre, un abuelo o un familiar con unas determinadas ideas.

Este año fueron los familiares de Tomàs Roca y de José López, Magdalena López y Carme Relat las encargadas de depositar la corona de laurel junto a la fosa común y ante la placa en memoria de los republicanos al cumplirse ahora precisamente 30 años de su instalación. Fue por ello que también hubo palabras de recuerdo por los impulsores de la recuperación de la memoria histórica en la ciudad de Manacor.