Gracias a esta medida se evita tener que cerrar el acceso a esta playa, una de las más emblemáticas y más atractivas de la costa del Llevant. Además, el Ajuntament llevará a cabo una serie de actuaciones para mejorar la seguridad del entorno.
El proyecto tendrá un coste aproximado de 12.000 euros y durará alrededor de dos o tres semanas. La demolición será a mano y con una mini excavadora. Los técnicos han tenido que evaluar paso a paso la manera de llevar a cabo la retirada. El acceso a este lugar es muy difícil, además de ser una zona protegida. La vía para llegar a los escombros es muy estrecha y un camión no puede pasar. Entonces se plantearon varias opciones.
El alcalde, Bartomeu Gili, explicó a este periódico que «será una empresa de Artà la que haga la retirada. No se dañará ningún tamarell ni especie protegida. Tenemos el permiso de Costas para llevar a cabo esta actuación. Ahora desde el Consell también hemos tenido que pedir permiso urgente a Patrimonio ya que se requiere al ser zona BIC». Una vez que se cuente con el permiso de Patrimoni se dará inicio a la retirada y la previsión es que, a mediados de junio, ya se habrá llevado a cabo.
1 comentario
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Buen ejemplo del ayuntamiento de Artá, a ver si los demás aprenden. Hay muchas zonas de la costa que están en un estado lamentable, con pintadas, con basuras y desperfectos impropios de una comunidad que es líder turístico. Cero pelotero a los otros Alcaldes.