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«Es un pacto ‘pirata'». La izquierda salió a la calle para mostrar su apoyo al alcalde Miquel Oliver y su equipo de gobierno en minoría de Més-Esquerra, PSOE y Volem que, el próximo 4 de noviembre, será desalojado como fruto de la moción de censuraentre PI, PP y AIPC-SYS.

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Unas 400 personas se congregaron ante el Ajuntament de Manacor minutos antes de la comparecencia del alcalde y sus ediles para valorar el acuerdo del centro derecha para asaltar el poder. La indignación y la frustración se notaban en el ambiente, al grito de «Fora corruptes de l'Ajuntament».

La rueda de prensa se celebró en la planta baja de las oficinas municipales. El alcalde Miquel Oliver (MÉS) lamentó que «solo nos han dejado cuatro meses y medio para gobernar, hemos trabajado como posiblemente nunca nadie lo ha hecho y nos expulsan por el miedo que nos tienen». El regidor Carles Grimalt (Volem) afirmó que «sus argumentos para la moción es que hemos hecho actos irrelevantes, como si apoyar a los gays y lesbianas o la lengua catalana lo fueran, hemos ido a las misas de la Policía Nacional y la Guardia Civil y hemos apostado por la transparencia». Más dura fue Amanda Fernández del PSOE: «No hay motivos para la moción de censura, dicen que la hacen por responsabilidad política: ¿es la misma que tenían cuando PP y PI se acusaban de tránsfugas y ahora se unen?, ¿la misma que tenían cuando sabían el mal estado de la red eléctrica o del agua potable y no hicieron nada». Además, rebatió que «hemos intentado consensuar el Plan General de Ordenación Urbana o el problema de la iluminación pública», rematando que «solo se han juntado por intereses económicos». Joan Llodrà (Esquerra) fue el más beligerante: «Dijimos que aprobaríamos el PGOU a finales de enero, pero no es lo mismo defender intereses particulares que los generales, se han puesto nerviosos cuando hemos empezado a investigar la gestión de los últimos mandatos, tenemos sospechas muy graves sobre un regidor», en relación al líder de AIPC-SYS, Joan Gomila.