De este modo, se llegaron a elaborar 35 kilos de sobrasada de los que se destinaron preparar las llonganisses para el fogueró de Sant Antoni, además de otras piezas de mayor volumen para el consumo de las catas de vino que organiza la entidad.
Además, se prepararon 18,5 kilos para los botifarrones y varios camaiots. Como es habitual, el personal dedicado a la limpieza y preparación de los budells fue masculino, una tarea normalmente vinculada a las mujeres.
La Confraria tuvo invitados como el miembro de los Glosadors de Mallorca, Felip Munar, así como una pequeña representación política como la primer teniente de alcalde Catalina Riera, el regidor Joan Sagreras, ambos del PI, o el ex alcalde y líder de Més-Esquerra, Miquel Oliver.
4 comentarios
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¡Qué salvajes! Esto es infinitamente peor que la fiesta del cordero. Cavernícolas irracionales que siembran la muerte y se regodean en el sufrimiento animal.
se "celebra" ?? por favor...
A los chorizos que se los coman en su casa o dentro del gran hotel,de contento que estoy voy a celebrar la fiesta de los chorizos carcelarios,de senyos i de porcs nan de veni de raça.
Cuando veo estos "ribells" llenos de grasa animal. es cuando me confirmo a mi mismo que el hombre todavía no ha bajado del árbol. ¿Qué salud le puedes dar a tu cuerpo con estas viandas?. Menos santos y menos cerdos.