Vista de Vilafranca. | Guillem Mas

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Vilafranca no cederá sus competencias urbanísticas en suelo rústico al Consell de Mallorca. Así lo ha decidido el alcalde de Partit per al Poble, Montserrat Rosselló y su partido, al votar en contra de la propuesta de la oposición de adhesión a la Agència de Protecció de la legalitat Urbanística i Territorial de Mallorca.

La moción fue presentada en el pleno ordinario del martes por IxVi-Esquerra Republicana y recibió el apoyo de MÉS, el otro grupo en la oposición. La portavoz, Maria de Lluc Bauzá, manifestó «no entender los motivos del equipo de gobierno para no ceder unas competencias que garantizan un mayor control de la legalidad».

Bauzá justificaba que «la finalidad de la Agencia es ejercer estas competencias a través de los convenios de delegación. Este tipo de funciones son malas de ejercer ya que causan malestar entre el Ajuntament y los infractores. Por ello consideramos que es positivo trasladar esta competencia al organismo insular».

Desde MÉS, Jaume Català, explicaba que «nosotros también teníamos pensado presentar una moción en este sentido. Apoyamos esta decisión porque entendemos que es una manera de quitar la presión a los responsables técnicos municipales. Es mejor si externalizamos las competencias».

Desde la oposición lamentaban que no se actuara a la vez que no entendían la negativa del alcalde a sumarse a la Agencia de Disciplina «sin ningún tipo de argumentación». Por lo que concluían que «deben querer mantener el control sobre la disciplina urbanística en rústico».

Por su parte el alcalde, Montserrat Rosselló defendía que no estaban de acuerdo con ceder las competencias al Consell «ya que a partir de una cantidad se supone que el Ajuntament no podrá cobrar las sanciones impuestas».