El futuro alcalde fue acusado de racismo y machismo. | Antoni Pol

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El futuro alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, distinguió en el pleno del jueves entre «gente negra y gente normal», según recogió el líder de la izquierda local, Antoni Reus, en una publicación en su muro de Facebook.

Reus lamentaba el «vergonzoso espectáculo de hoy en el pleno de Santa Margalida con comentarios racistas del teniente de alcalde Monjo discerniendo entre gente negra y gente normal».

Monjo aseguró con posterioridad que su comentario no tenía una intención racista y contextualizó sus declaraciones. El futuro alcalde respondía a una pregunta de Reus sobre la petición de un ciudadano de decretar la caducidad de la licencia del chalet de John Barry, concedida en 1974. Monjo informó que el ciudadano que registró de manera presencial la solicitud ante el Consistorio era de color. El teniente de alcalde trató de verificar su identidad acudiendo a su domicilio, en Palma, pero allí no vive ninguna persona de color sino «gente normal», dijo ante el pleno. A continuación agregó que quería decir «gente normal de Mallorca», con «poder adquisitivo». El teniente de alcalde acusó a Reus de estar detrás de la petición de caducidad, acusación que el portavoz de Suma negó. Según el teniente de alcalde, no obstante, Reus «se puso rojo como un tomate».

Monjo fue acusado también de machismo por la número 2 de Suma, Beatriz Gamundí. En el contexto de otra pregunta de la oposición, Monjo recordó que una parte significativa de los trabajadores municipales estaban de baja por maternidad. «La secretaria ha tenido un hijo, la ingeniera ha tenido otra criatura (...) Esperemos que la interventora no se quede embarazada», manifestó durante la sesión.