Fachada del Ajuntament de Bunyola. | Redacción Digital

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Las aguas parecen volver a su cauce después de los contactos entre el alcalde de Bunyola, Andreu Bujosa, y el presidente de la Entidad Local Menor (ELM) de Palmanyola, Antonio Muñana, para acercar posiciones sobre el tema del agua.

El distribuidor de Palmanyola ha subido este mes de julio los recibos según las tarifas aprobadas por el pleno de Bunyola en el año 2005. Esto provocó tensión entre ambas instituciones, puesto que tras un corte imprevisto y reivindicativo del suministro en este núcleo de población por parte del distribuidor se le informó de que no podía incrementar el precio y que debía asumir las tarifas aprobadas por el plenario. El distribuidor estaba cobrando según lo estipulado por el Consistorio de Bunyola en el año 2001 y desconocía, según declaró, la existencia de las de 2005.

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La ELM parecía acusar al Consistorio presidido por Bujosa por haberle revelado la existencia de éstas. Y Bunyola acusó de falta de lealtad a la ELM.

Una vez aclarada la situacion, ambas partes han enterrado el hacha de guerra y trabajan «conjuntamente para garantizar el suministro de agua de consumo humano así como los derechos de todos los ciudadanos del municipio residentes en Palmanyola».

Desde el Ajuntament aseguran que están revisando toda la documentación que obra en su poder sobre el servicio de suministro de agua en Palmayola y afirman que emprenderán las acciones legales pertinentes que correspondan.