Un juez concluyó a principios de mes que se había llevado a cabo una importante reducción del impacto causado por la edificación y que por tanto, la vivienda ha de ser objeto de legalización por parte del Ajuntament mediante el otorgamiento de la correspondiente licencia municipal.

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El caso de Villa Cortina en Formentor (Pollença) se complica a medida que pasan los días. Un juez ordenó a principios de mes la legalización del chalet de Alfonso Cortina que deberá sustituir la cubierta plana por una de teja árabe. Consideró que el impacto del chalet está mitigado y ordenó al Ajuntament de Pollença la expedición de la correspondiente licencia de legalización. Aún no lo ha hecho.

El alcalde Miquel Àngel March aseguró que los informes técnicos y jurídicos están «prácticamente acabados» por lo que a finales de esta semana prevé firmar el decreto de Alcaldía que, en función de dichos informes, concederá o denegará la licencia de legalización.

El abogado del Ajuntament en la causa, Miquel Ripoll, ultima la presentación de un recurso contra el último auto judicial que se centrará de nuevo en el debate sobre la existencia o no de una planta de más en el inmueble.

La orden expresa de prohibición de ocupación, ratificada por el juez, seguirá vigente mientras no se expida la licencia de legalización, se realicen las obras ajustadas a dicha licencia y el Ajuntament expida el final de obras.