El alcalde Martí Fornes atendiendo a los medios. | Ajuntament de Muro

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El alcalde de Muro, Martí Fornés, ha asegurado que «es de absoluta vergüenza que en el año 2016 nos encontramos con unas instalaciones tan precarias» y manifestó que este problema no se solucionará de manera definitiva «hasta que no se construya una depuradora».

Fornés ha hecho estas declaraciones en relación a los vertidos residuales detectados en la Albufera y en Son Bosc y ha señalado que lo primero que hay que hacer «es minimizar en la medida de lo posible este vertido», si bien ha lamentado que «las partes implicadas no nos hemos podido poner de acuerdo sobre dónde se debe hacer una depuradora, a pesar de que hace veinte años que se habla de ello».

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Por este motivo, ha reconocido que «a todos los políticos que hemos participado nos deberían tirar de las orejas y recalcó que «no es ahora que tenemos que darnos cuenta de lo que pasa, cuando hace tres o cuatro días que se tiran 15.000 o 20.000 metros cúbicos de agua sucia en la Albufera». En este sentido, el alcalde ha considerado que «cualquier espacio natural precisa medidas de protección y sostenibilidad, pero si hablamos de un Parque Natural como es el de la Albufera es aún más grave que sucedan cosas así, porque se trata de un espacio muy característico y relevante dentro de nuestro patrimonio natural y muy querido también por los ciudadanos de los municipios que la rodean».

El alcalde concluye que «se debería haber actuado antes, poniendo esfuerzos e intentando negociar y consensuar ideas y llevar a buen puerto todas estas instalaciones que deberían haberse puesto en marcha ya hace muchos años».