El edificio de bloques que se construyó en el solar del antiguo cine Fantasio de Alaró no se demolerá. Así se desprende de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que revoca la orden de derribo que dictó el juez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma en noviembre del 2015.
Esta resolución judicial llega tras la presentación de recursos de apelación tanto por el Ajuntament d'Alaró como por la empresa constructora. Cabe destacar que los pisos que se construyeron están ocupados.
Tanto los vecinos como el Ajuntament de Alaró han luchado durante años para mantener en pie el bloque de pisos. De hecho, la resolución judicial de noviembre de 2015 daba un plazo de tan solo seis meses al Consistorio para que adoptara las medidas oportunas y procediera al derribo de la parte edificada que invade el vial público, una franja de once metros cuadrados. Aunque el Ajuntament se mostraba escéptico de poder salvar el Fantasio recurrió la orden judicial y finalmente se ha conseguido evitar el derribo.
En el año 2010, el mismo juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma sentenció que la desafectación de suelo público municipal a favor del promotor fue ilegal.
6 comentarios
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Los que decís que la justicia no sirve, decidme que justifica es la que hace derribar unas 18 viviendas cuyos propietarios compraron legalmente, con correspondiente hipoteca y al cabo de los años se han enterado que cuando las compraron tenían denuncias y ni la constructora ni el Ayuntamiento les informó. La justicia debería multar al responsable o responsables no a los afectados
O sea, el pont des riuet en Porto Cristo, obra pública hubo que tirarlo, en cambio usar espacio público para construcción privada se mantiene, vaya justicia. Un cachondeo como dijo alguien.
La justicia no vale nada. NADA !!!!. Baila al son de don poder y don dinero. Ya no creo en nada y ya no tengo fe en nada asi que no conteis conmigo para nada.
No entiendo nada, como puede ser que un constructor se quede con parte de una zona pública y al final no pase nada. Yo también me quiero hacer con un trozo delante de mi casa.
Es lógico que no se haya de derribar, pero el culpable de este problema debe pagarlo con su propio patrimonio.
La justicia da vergüenza y pierde credibilidad, al final el político ha hecho lo que le ha dado la gana y se sale con rositas.