Joan Gaspar Vallori, Bàrbara Rebassa, Toni Mir, Kika Coll y Joaquín Cantalapiedra, se reunieron este martes. | Elena Ballestero

TW
6

La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, no quiso confirmar ni desmentir la noticia pero el alcalde Antoni Mir lo dejó claro: «El Consell estudia proteger la central eléctrica de Alcanada declarándola Bien de Interés Cultural». Ambas administraciones (Ajuntament y Patrimoni) mantuvieron este martes una primera reunión para analizar el futuro del complejo industrial después de que Endesa registrara el viernes 9 de septiembre una solicitud de licencia para desmanterlar y demoler toda la infraestructura.

La central eléctrica de Alcanada está protegida con el grado B (el máximo es el A) en el catálogo de patrimonio municipal, motivo por el que los informes técnicos sobre la demolición son negativos. Sobre la mesa está la posibilidad de una protección supramunicipal.

Así lo confirmó el alcalde Mir que no obstante se muestra prudente y anuncia la apertura de un diálogo a cuatro bandas (Ajuntament, Patrimoni, Territori y Endesa) que permita dar una viabilidad al Área de Reconversión Paisajística (así la define el Pla Territorial) transformando la zona y acabando con los problemas de imagen y seguridad.

«Lo que está claro es que los residentes de Alcúdia han incorporado las chimeneas como parte de su paisaje y se han de conservar», dijo el alcalde que no obstante descarta la viabilidad del proyecto de reconversión del edificio en museo siguiendo el proyecto aprobado en 2007. La propuesta de reconversión del dedespacho de arquitectura Alonso Hernández y Asociados que fue elegida mediante un concurso de ideas tenía un coste de 21 millones de euros.
«Un proyecto irrealizable de 20 millones de euros en la situación actual es absurdo y si no es posible no hemos de vender humo sino ser prácticos», dijo Mir. El alcalde apuesta hacer un plan especial que contemple los usos en su conjunto. «Los alcudiencs estamos demasiado cansados de que nos engañen», añadió.

Noticias relacionadas

Una de las cuestiones que más preocupan al alcalde es la seguridad e imagen que ofrece el consejo. Advierte que la zona deberá ser descontaminada por la presencia de amianto.

«Nos preocupa que quede como está porque hay un problema de seguridad, hay amianto y se ha de descontaminar. Hay que sentarse y buscar una solución consensuada», añadió.

Tras el primer encuentro de este martes entre Kika Coll y los representantes y técnicos municipales (asistieron además del alcalde la regidora de Patrimonio Bàrbara Rebassa, el regidor de Urbanismo Joaquín Cantalapiedra y el regidor de Relaciones Institucionales, Joan Gaspar Vallori) el alcalde anunció una próxima reunión a cuatro bandas para el 29 de este mes a la que asistirán también representantes de Territori y de Endesa.

Por su parte, la consellera insular de Territori, Mercedes Garrido, ha rechazado pronunciarse de momento sobre la cuestión. Su departamento rescató recientemente el proyecto de reconversión paisajística de la vieja central de Alcanada y está revisando la propuesta aprobada en 2007. El área de intervención tiene una superficie de 90.000 metros cuadrados.