Alcúdia lleva semanas patas arriba y a contrareloj para cumplir los plazos que exige la Ley Montoro. En estos momentos el municipio tiene en marcha obra pública por valor de 8.376.566,86 euros de los que aproximadamente 2,9 millones de euros corresponden a obras financiadas con fondos sostenibles y que por imperativo legal deben acabar el 31 de diciembre.
El alcalde, Antoni Mir, junto a varios concejales realizó este lunes una visita de obras para dar cuenta del avance de las actuaciones.
Todas las intervenciones están dentro de plazo, a pesar de las dificultades técnicas que han afectado a alguna de ellas, como es el caso del soterramiento de instalaciones en la calle Sant Francesc, que ha precisado de una intervención arqueológica tras el hallazgo de varias tumbas, posiblemente relacionadas con el antiguo convento.
El Ajuntament ha tenido que renunciar este año a ejecutar la reforma de dos tramos de muralla y de la Porta de Sant Sebastià por miedo a no cumplir los plazos.
Por otra parte, también se encuentran la construcción de la nueva oficina de información turística en Ciudad Blanca, la rehabilitación integral de la muralla renacentista, la reforma del parque de sa Pilota... Entre octubre y diciembre se habrán completado 17 intervenciones.
El regidor de Obras Propias, Joan Gaspar Vallori, reclama una «flexibilización» urgente de la normativa estatal.
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Un alcalde que gasta como si estuviera en plena bonanza, no sabe que hacer y hace parques donde no hay niños. El superavit fruto de los impuestos enormes que paga el ciudadano, se lo gasta en cemento y alquitran, Lastima que haya que romper la falda del Puig de St Marti para tener que tratar aguas. Un municipio saturado hiperurbanizado.