Vista de Punta Ballena. | Michel's

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La transformación hotelera de Magaluf hacia categorías de cuatro y cinco estrellas empieza a tener efectos evidentes sobre el tejido comercial que durante décadas ha enfocado su actividad al turismo de sol y playa a precio de saldo y sin límites en el consumo de alcohol y drogas.

Mientras avanzan las obras de mejora cualitativa por prestigiosas hoteleras, aumenta el número de locales comerciales y negocios hasta ahora dedicados al ocio nocturno que cuelgan en sus fachadas carteles de «se traspasa», «se alquila» o «se vende».

Ultima Hora ha contabilizado en las últimas dos semanas y sólo en la calle Punta Ballena unas dos decenas de establecimientos comerciales que parecen haber echado definitivamente el cierre.

Según el presidente de la Asociación de Comercios Turísticos (Acotur), José Tirado, esta situación no puede desligarse de las facilidades que ha dado la Ley de Turismo del Govern para la transformación hotelera de Magaluf y la autorización para abrir en los bajos de estos nuevos establecimientos de alojamiento turístico tiendas de firmas de gama media–alta.

Los residentes de la zona aplauden esta transformación: «Los últimos 20 años de excesos se están terminando. Con el traspaso de determinados bares desaparecen las consecuencias de la barra libre: drogas, broncas, borrachos en las calles, violaciones, prostitución, robos, hooligans, balconing, etc».