La formación señala que este nulo mantenimiento «que el Ajuntament debería haber hecho cumplir al concesionario, provocó una gran degradación de las instalaciones, incluso en la instalación eléctrica, lo que podía poner en peligro a los usuarios. De hecho se ha podido constatar la existencia de conducciones eléctricas en malas condiciones y no adaptadas al reglamento de baja tensión».
El actual equipo de gobierno informa que una vez terminado el contrato con el anterior concesionario «se ha optado por hacer una intensa rehabilitación de las instalaciones antes de volver a poner en servicio el bar. Actualmente se están haciendo los trabajos de puesta a punto y en breve se podrá abrir de nuevo los bares del polideportivo (ambos funcionaban con el mismo adjudicatario)».
Desde Junts «deploramos la demagogia demostrada por Tots per Pollença, que después de haber firmado el contrato en 2007 se desentendió del mismo y ha demostrado una total inoperancia en hacer cumplir el mantenimiento, y ahora se rasga las vestiduras por el hecho de que el local tenga que estar unas semanas cerrado por trabajos de mantenimiento, trabajos que no hubieran sido necesarias si se hubiera hecho el mantenimiento adecuado».
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