Una calle de Peguera en una imagen tomada este viernes. | R.D

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Al malestar vecinal por el cierre sine die de la piscina municipal de Peguera, se le suma ahora las quejas de los hoteleros y comerciantes de esta zona turística que ven como la temporada arranca con las calles ‘patas arriba’, llenas de obras y con el consiguiente ruido y polvo.

Tradicionalmente, en Peguera la temporada turística se inicia a finales del mes de febrero, antes que en el resto de zonas del municipio, y las previsiones de este año se presentaban especialmente halagüeñas.

Sin embargo, las obras públicas que se llevan a cabo en las principales calles de la localidad, y muy concretamente en el bulevar, están ocasionando más molestias de las esperadas a vecinos, comerciantes y restauradores, quienes acusan al Ajuntament de Calvià de absoluta falta de previsión.