Los planes de reconversión de la vieja central tienen su origen en un acuerdo alcanzado en 2004 entre el Ajuntament y Gesa al que dio forma el Pla Territorial

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Endesa ha registrado un escrito en el Ajuntament d’Alcúdia en el que advierte de que existen riesgos medioambientales por la presencia de residuos potencialmente peligrosos (principalmente amianto) en las instalaciones de la vieja central de Alcanada e insiste en la necesidad de demoler al menos una parte del conjunto industrial catalogado.

La eléctrica sostiene que el estado de conservación de algunas de las estructuras presenta un «grado de deterioro que no garantiza la solidez de las mismas y que impide su uso con garantías de seguridad, entrañando por tanto un riesgo evitable». «Con la presencia de residuos potencialmente peligrosos no puede desarrollarse un futuro parque para usos cívicos o regenerar y reforestar la zona para su conversión en zona verde, de modo que solo cabe concluir la plena compatibilidad de las demoliciones con el Pla Territorial», añade.

Intervención paisajística

El Pla Territorial (aprobado definitivamente en 2011) creó en la central de Alcanada un Àrea de Intervención que se debía desarrollar a través de un Plan Especial con el objetivo de garantizar la conservación del conjunto industrial (catalogado por el Ajuntament) reconvirtiéndolo en degradación del conjunto va en aumento. Así las cosas, Endesa registró en septiembre en el Ajuntament una solicitud para derribar todas las instalaciones. En enero el Ajuntament denegó la licencia porque el conjunto está catalogado.

Territori reactivó a principios de legislatura la redacción del Pla Especial de Intervención Paisajística, aunque descarta el museo por razones económicas. Ahora está pendiente de que Patrimoni decida si el conjunto merece un grado aún mayor de protección del previsto en el catálogo municipal como por ejemplo un Bien de Interés Cultural. «Tenemos intención de seguir trabajando para dar un uso al lugar que tiene muchas posibilidades. En estos momentos esperamos la decisión de Patrimonio sobre la catalogación, una cuestión importante dado que queda poco patrimonio industrial en Mallorca», dice la consellera Mercedes Garrido.