Si en el año 2016 por primera vez hubo porteadoras que llevaban a hombros a Santa Margalida hasta Crestatx (sa Pobla), este martes la novedad fue que por primera vez iban ataviadas con los tradicionales ‘barratiners’. | Elena Ballestero

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La Part Forana vivió la Tercera Festa de Pascua como marca la tradición, y pueblos como sa Pobla, Alcúdia, Campanet, Algaida, Montuïri, Petra, Vilafranca o Llubí celebraron sus pancaritats para degustar las últimas panades. El radiante y caluroso día de este martes aumentó la participación.La Tercera Festa de Pasqua es una de las celebraciones que se mantiene, y hasta una cuarta como en el caso de Lloseta, dándose punto final a las celebraciones de Pascua el próximo domingo con el Diumenge de l'Àngel.

En la comarca del Pla, esta festividad continúan teniendo un fuerte arraigo. En Montuïri, la diada arranca con la entrega de la vara de alcalde al Batle des Puig que este año ha recaído en la activista Catalina Tous, vara que recibió del primer edil Joan Verger. A partir de ese momento se inició el ascenso hasta el Puig de Sant Miquel donde se celebró la comida de germanor en la explanada. Los vecinos de Vilafranca y Petra compartieron el Puig de Bonany para la celebración de la berena. En Algaida, los vecinos se desplazaron hasta la iglesia de la Mare de Déu de la Pau de Castellitx para compartir las últimas panades y para disfrutar de una jornada lúdica.

En la comarca de Inca la de sa Pobla es la romería por excelencia. El pancaritat de Crestatx es por ejemplo un clásico en la agenda del presidente del Govern de turno, y este martes Francina Armengol no quiso perdérselo y se apuntó a remover la paella junto al alcalde de sa Pobla, Biel Ferragut. Miles de personas se concentran cada año en torno al oratorio de Crestatx para disfrutar de la comida, los bailes y toda la parafernalia que envuelve a la celebración por excelencia de la Pascua poblera. A las nueve de la mañana el repique de campanas en la iglesia parroquial anuncia el inicio de la romería a pie. En Alcúdia el pancaritat es mucho menos multitudinario. Algunos vecinos acostumbran a subir el martes de Pascua a la ermita de la Victòria donde disfrutan de un buen arroz que prepara la Obreria y de degustar las últimas panades y robiols. En Campanet los quintos son los grandes protagonistas. La fiesta comienza ya el lunes cuando los campaneters se desplazan a pie a la finca de Gabellí Petit para seleccionar, talar y colocar en la plaza de la ermita de Sant Miquel el árbol al que trepan ya entrada la tarde del martes los jóvenes del pueblo.
En Llubí la ermita es el punto de encuentro para las familias del pueblo y sus invitados. Jóvenes y mayores acuden cada martes de Pascua para disfrutar de un buen arroz. Tras la comida hubo animación para todas las edades.