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El Consell de Mallorca ya controla la construcción en rústico en el 25 por ciento del territorio de Mallorca. Ello significa que un total de 934 kilómetros cuadrados están vigilados por la Agència de Defensa del Territori (ADT) con el objetivo de controlar la legalidad urbanística. En 2009 inició de forma efectiva sus actividades y hoy ya son casi una veintena los municipios que están adheridos a este organismo.

Los ayuntamientos que, hasta el momento, han cedido sus competencias municipales a la ADT son Campanet, Puigpunyent, Algaida, Marratxí, Son Servera, Montuïri, Artà, Felanitx, Mancor, Alaró, Bunyola, Santa Maria del Camí, Sóller, Búger, Selva, Capdepera y Llubí. Este pasado viernes el Consell de Direcció aprobó la incorporación de Campos y Fornalutx. En poco más de un año se ha triplicado el número de ayuntamientos que han confiado la vigilancia en suelo rústico a la Agència.

Entre los datos más destacables, según explicó el director de la ADT, Bartomeu Tugores, está que desde el día 1 de enero hasta hoy ya se han ejecutado un total de 27 demoliciones.