Ricardo Ramos. | M. Joy

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El tema es de lo más sensible y la controversia continúa entre sectores muy distanciados de la sociedad. La homilía del rector de Palmanyola durante un bautismo este pasado domingo ha levantado ampollas por las críticas que dirigió a los homosexuales y al colectivo LGTBI durante el mismo. Y es que, según parece, después de exponer otros argumentos enlazó con el World Pride (el Día del Orgullo) que se celebraba en Madrid y arremetió contra éste y los comportamientos que se derivan de la homosexualidad.

Ricardo Ramos, rector de Palmanyola, señaló que «en ningún caso mis palabras fueron contra las personas, sino contra las conductas que están claramente alejadas de la moral que señala la Biblia y no concuerdan con aquello que es natural, que es la unión del hombre con la mujer». Ramos se reafirmó en todo cuanto había dicho el domingo «porque ésta es la doctrina de la Iglesia, la doctrina católica sobre este tema». Y añadió que esta es la línea que han apuntado San Juan Pablo II, el obispo de Solsona o el de Alcalá.

El sacerdote cree que es su deber ayudar a «corregir conductas equivocadas» y señala que si alguien estuviera al borde de un precipicio su deber sería advertirle del peligro y no permitir que cayera en él. Ramos señala que es consciente de que hay una gran controversia en la sociedad sobre estos temas y que lamenta «el establecimiento de una legislación radical que persigue sancionar a quienes defendemos la doctrina católica. Esto es quebrantar el principio de libertad religiosa». «Respeto a la persona, pero predico lo que creo sobre todo este tema y sé que hay otros que prefieren no hacerlo para evitar enfrentamientos», añade.

Marratxí

La polémica de este domingo se suma a la homilía realizada por el rector de Sant Marçal, Emilio Ramos, hermano de Ricardo, durante la celebración eucarística del patrón de Marratxí el pasado viernes. Según comentó el alcalde Joan Francesc Canyelles, el sermón iba por el camino que suelen llevar este tipo de disertaciones cuando se trata de una festividad patronal, en un discurso en el que se suele repasar la vida de Sant Marçal y la relación que tiene el municipio con él.

Emilio Ramos.

Pero en un determinado momento «y sin venir a cuento», el sacerdote abordó el asunto de la homosexualidad y también criticó duramente lo que estaba aconteciendo en Madrid, el aborto y el feminismo.

Canyelles dijo este lunes que se había tratado de «algo fuera de lugar, muy desagradable, un discurso totalmente desafortunado» en un día que era especialmente señalado para los marratxiners.