Las calles de Punta Ballena acumulan un gran volumen de residuos plásticos y orgánicos a diario. | Ajuntament de Calvià

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Más de una veintena de operarios retiran cada día hasta 500 kilos de residuos del suelo de la zona de ocio de Punta Ballena.

La empresa pública que se encarga de la limpieza asegura que «la alta concentración humana y el tipo de ocio que allí se practica» tiene como resultado este volumen de basura y detalla que los residuos recogidos son principalmente plásticos (vasos, pajitas, platos, envoltorios) y restos orgánicos (comida, grasa, vómitos, líquidos de las bolsas de basura, entre otros).

Calvià 2000 destina diariamente un equipo de 23 operarios a las calles Punta Ballena, Martí Ros y alguna adyacente, entre recogida de residuos y limpieza, según apunta en un comunicado. La empresa achaca el volumen de basura a «la elevada presión humana que se registra en la zona de ocio de Punta Ballena y alrededores, de forma continua durante 20 horas diarias los siete días de la semana, y la forma de ocio que allí se practica –con un consumo elevado de alcohol y comida rápida en la calle- durante la totalidad de la temporada estival».

El comunicado detalla que el conjunto de actividades de limpieza empieza con «el barrido mixto, que consiste en la
recogida de residuos de la vía pública con una máquina barredora y su operador, y dos peones con sopladores eléctricos. Realizan a diario esta tarea dos equipos, que llegan a recoger del suelo 500 kilos de residuos todos los días».

Además de ello, pasa a diario un camión para limpiar las calzadas, dos equipos friegan a aceras y, entre otras cosas, se vacían papeleras.

Olores

En las últimas semanas ha habido varias quejas por fuertes olores. Desde la empresa municipal explican que esto se podría reducir «si las personas que transitan por esas calles tuvieran actitudes más respetuosas con el entorno, las infraestructuras y los residentes». En este sentido, el ayuntamiento se plantea prohibir la utilización de vasos y
platos de plástico y de pajitas, e instar a los restaurantes de comida rápida a cumplir la normativa y limpiar la grasa y los residuos abandonados por su clientela en las calles adyacentes a su negocio.