Las neveras se colocan en un sitio estratégico y a pie de calle para que puedan acceder a ellas todas las personas.

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Artà será el primer pueblo de la Isla en acoger la implementación de una ?Nevera solidaria?. Este proyecto nació en 2015 en Bilbao y consiste en la ubicación de refrigeradores en la vía pública donde las personas o comercios con excedentes alimenticios los depositan quedando a disposición de todo aquel que lo quiera aprovechar.

La asociación de voluntarios de Galdakao fue la impulsora de esta pionera iniciativa que ya cuenta con 18 neveras en una lucha constante contra el despilfarro de alimentos. Artà Solidari es la encargada de poner en marcha este proyecto en el pueblo. La nevera se ubicará en un espacio en na Batlessa y tendrá acceso cualquier persona.

Esta semana, dos representantes de la asociación, Álvaro Saiz y Ainhoa Crespo, explicaron este proyecto en Artà y su experiencia tras más de tres años en funcionamiento. «La mitad de los alimentos que se produce nunca llegan a ser comercializados ya sea por apariencia o por la polémica fecha de consumo preferente. Estos últimos no entrañan riesgos para su consumo. Así cualquier particular o empresa puede dejar los alimentos en la nevera instalada a pie de calle y cualquiera puede retirarlo. Se está generando con el proyecto mucha conciencia entorno al despilfarro de alimentos»», explicó Álvaro Saiz.

El proyecto tiene un triple objetivo que es: evitar el despilfarro, concienciar a la población sobre el valor de los alimentos y romper la estigmatización que hay entorno a la pobreza y el consumo colaborativo. «No hay nada más excluyente que hacer algo para los excluidos», destacaba Crespo. Y es que «cualquiera puede aprovechar los alimentos que hay en la nevera».

Mariano Moragues, de Artà Solidari, explicó que «a través de nuestra organización se llevará a cabo el control de esta nevera. Los voluntarios diariamente vigilaran los alimentos y serán retirando los que no estén en condiciones». Cualquier restaurante, comercio o particular puede depositar en la nevera los alimentos y lo que sería un residuo se convierte en un recurso sostenible. Supone un gran beneficio para el medio ambiente.