La pasada semana los residentes de ambas urbanizaciones se reunieron con el alcalde, Rafel Fernández, y la regidora de Urbanisme, Ivón Renaud, para hablar de la posibilidad de crear una junta de compensación para llevar a cabo la dotación de servicios. Los vecinos tendrán a su alcance una encuesta en internet en la que mostrarán su opinión sobre la creación de esta entidad urbanística.
Ambas urbanizaciones son diferentes tanto en volumen de parcelas como en el perfil de los vecinos. Cala Gat tiene un total de 77 parcelas, casi todas de particulares residentes habituales o temporales. El presupuesto de la dotación es de 3.192.708 euros.
En el caso de Costa de Canyamel, tiene un total de 848 parcelas, muchas de ellas de grupos inversores y otras de particulares, pero la gran mayoría son de residentes temporales. Su presupuesto es de 17.828.876 euros. Los servicios de que se dotarán son iluminación, aceras, alcantarillado y pavimentación.
En un principio estas dotaciones tenían que llevarse a cabo a través del sistema de cooperación, lo que supone que es el Ajuntament el que se encarga de todo el procedimiento administrativo y la contratación de la obra. Con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, el Ajuntament no puede hacer obras financiadas por cuotas de urbanización, por lo que se plantea que sean los mismos vecinos los que lo hagan a través de la junta.
Respeto al estado de las otras urbanizaciones, se llevó a cabo la de Cala Provençals. La de Son Moll de Dalt está previsto que se inicie en breve también por junta de compensación. Quedará pendiente la de Son Moll de Baix.
Hasta que no se lleven a cabo las dotaciones de servicios no se pueden dar licencias nuevas para la construcción de viviendas.
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