Para proteger la plantación de patatas de las bajas temperaturas, los payeses ponen en marcha el sistema de riego. El agua hace una capa (una especie de película) encima de la hoja que impide que ésta se queme debido a las bajas temperaturas. Los payeses controlaron los campos durante toda la noche. | Maria Nadal

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Los productores de patatas de sa Pobla se pasaron la madrugada del sábado en vela a causa de la segunda helada del año que no ha provocado daños en la plantación de patatas.

Así lo informó el gerente de Mateu Export, Joan Mateu, que indicó que gracias a la lluvia de los últimas días «había una humedad relativa alta por lo que las hojas de las plantas estaban hidratadas. Sin duda, este hecho es muy positivo porque ayuda en gran medida a paliar los posibles daños de la helada».

Aunque es pronto para hacer balances, a primera vista «las bajas temperaturas no han afectado gravemente a la totalidad de la plantación», según Mateu. De hecho, los payeses regaron durante la madrugada del domingo en la totalidad de campos, tanto en los que se cultiva la patata de exportación como la del mercado interno.

Las temperaturas mínimas que se registraron en sa Pobla fueron de cero grados, mientras que en los campos que ya se encuentran en el término municipal de Llubí el termómetro marcó los menos un grado. Joan Mateu dijo que a las 23 horas ya había el 20 por ciento de los campos donde se planta patata con el riego en marcha, pero esta cifra aumentó hasta el 100 por cien de riego en las tierras sobre la una de la madrugada.