Los vecinos de sa Caseta des Capellans han abierto dos acequias, una en cada costado de la calle principal de acceso a la urbanización. | Antoni Pol

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La situación irregular de sa Caseta des Capellans, una urbanización alegal con más 70 años de historia situada en el término de Muro, vuelve a ser objeto de polémica. Estos días, la comisión de vecinos hace obras para renovar la red de suministro de agua potable. La polémica está en que al tratarse de un núcleo no reconocido jurídicamente, las obras carecen de la preceptiva licencia.

Las obras consisten en la renovación de la tubería que conduce el agua potable al núcleo, que estaba deteriorada y padecía fugas. Para ejecutarlas ha sido necesario abrir dos acequias, una a cada lado de la calle principal de acceso. Se prevé acabarlas la semana siguiente. Fuentes cercanas a la comisión de vecinos admiten que las obras carecen ciertamente de licencia legal, pero puntualizan sin embargo que Costas «permite obras de mantenimiento y mejora, que no de ampliación o crecimiento», en las instalaciones situadas dentro del domino público y concesionadas legalmente, como sucede con las cerca de 150 casetas que conforman la urbanización alegal.

A pesar de su existencia efectiva, aunque Capellans tiene más antigüedad que, por ejemplo, los hoteles que forman la planta hotelera de Muro, el núcleo carece de ordenación jurídico urbanística. El Pla Territorial de Mallorca contemplaba su regularización, pero no se llevó a cabo en el plazo establecido y Capellans continúa figurando como suelo rústico. Costas lo incluyó en el dominio público marítimo terrestre en 2009, pero el procedimiento caducó sin que se materializara la decisión.