Imagen de archivo de una edición de la fiesta de Sant Vicenç, aun con barras en la calle. | Antoni Pol

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La Policía Local de Muro intensificará su lucha contra el consumo de alcohol en la vía pública en el Pancaritat de Sant Vicenç, el Lunes de Pascua. El Ajuntament ha adquirido un alcoholímetro y etilómetro capaz de determinar, con infrarrojos, si una copa contiene o no alcohol.

Con la adquisición de este alcoholímetro, que ha costado casi 1.000 euros, la policía y el Ajuntament tratan de impedir que se repita lo ocurrido el año pasado, cuando buena parte de las alrededor de 175 personas que fueron multadas por beber alcohol en la calle alegaron que ellos, en realidad, no consumían alcohol sino otro tipo de líquido. Como entonces la policía no se cercioró –porque no tenía los medios– de que los denunciados ingerían alcohol, cuyo consumo está prohibido en la vía pública en Muro, las alegaciones se han tenido que estimar, lo que ha llevado al archivo de los expedientes. Con este nuevo aparato, la Policía podrá multar a los infractores con la certeza de que, efectivamente, el denunciado estaba consumiendo alcohol y los expedientes no se podrán impugnar por el motivo alegado el año pasado.

Hasta 32 agentes de la Policía Local, de Muro y de otros pueblos de la comarca, vigilarán el lunes en el Pancaritat, según informó el jefe de la Policía Local en la televisión autonómica. «La gente debe entender que no buscamos recaudar sino prevenir contra el consumo indiscriminado de alcohol y disuadir de beber en la vía pública, que está prohibido por ordenanza», indicó José Juan Aguiló, concejal de Fiestas y Policía de Muro. «No se trata de hacer la guerra contra la gente que está de fiesta, precisamente queremos paz. Tratamos de prevenir, prevenir el consumo desorbitado de alcohol», insistió el regidor.

Cada año se monta un macro botellón en el Pancaritat de Sant Vicenç. Acuden jóvenes procedentes de Palma y otros pueblos que van a Muro y ni siquiera acceden a la zona de bares y fiesta sino que se limitan a beber al lado de sus coches. Luego dejan las calles sucias y los vecinos se quejan ante el Consistorio.